Decorar es todo un arte, especialmente cuando se trata de imprimir un toque moderno, lúdico y acogedor en un espacio destinado al descanso y recreación de los más pequeños de la casa. Los diseñadores de cuartos infantiles han decidido apostarles a la versatilidad y la personalización de los ambientes, partiendo de aspectos claves como la edad y características del desarrollo físico, intelectual y emocional de los niños. La idea es que los infantes, a medida que van creciendo, encuentren en sus lugares de descanso un espacio para dormir, jugar, estudiar y socializar. Es allí cuando cobra importancia la selección de los colores, muebles, lencería y accesorios.
Las tendencias son diversas. Camilo Gómez y Carolina Sepúlveda, diseñadores industriales de Eki Design, proponen tonalidades sobrias, donde el blanco se combina con apliques en madera que resaltan y contextualizan el ambiente. La idea –dicen– es no saturar los espacios. Combinan ambientes temáticos, teniendo en cuenta la etapa de desarrollo del pequeño, con muebles versátiles (multifuncionales y movibles) y sistemas de almacenamiento para crear el hábito del orden desde los primeros meses de vida.
Los diseñadores de Rekreo Decoración le apuestan a la ambientación con colores ácidos como el verde, el naranja y el amarillo; aunque siguen vigentes el blanco, el negro, el azul, el verde y el rojo, estos últimos para cuartos infantiles masculinos. En el caso de las niñas, el rosa, el turquesa y el lila; el objetivo es que se identifiquen con su espacio y, de paso, se estimule su creatividad. El estilo decorativo que se impone, según Rekreo, es la adaptación de los espacios con formas sencillas y muebles funcionales que se puedan transformar: de cuna a cama, de mesa de noche a escritorio y de baúl a silla; en fin, adaptándose al crecimiento del niño. Todo, sin lugar a dudas, se enmarca en la premisa de seguridad: aristas redondeadas y materiales no tóxicos e hipoalergénicos.
A lo anterior se unen los detalles: lámparas, papeleras, relojes, cenefas, tapetes, cortinas para baño e, incluso, accesorios para el aseo personal. “Nuestro objetivo es personalizar el espacio del niño, invitándolo al juego y a la organización y, para ello, utilizamos sus personajes preferidos”, afirma María Cristina Sáenz, directora de mercadeo y desarrollo de producto de Filmtex.
Decoración por edades
Cada edad tiene su estilo y los diseñadores desarrollan propuestas específicas teniendo en cuenta las necesidades de mamá y bebé. Algunas de ellas:
0 a 3 años
Rekreo propone tener en el cuarto, además de la cuna, un armario o cómoda para la ropa del bebé, un sofá o poltrona para los padres y visitantes, y espacio suficiente para jugar en el suelo.
Colores: para las niñas, clásicos como el rosado y el lila, combinados en diferentes tonalidades para contrastar con tonos fuertes como el fucsia, el morado, el turquesa y el verde ácido. Los temas: libélulas, mariposas y flores.Los muebles, pocos pero muy prácticos y funcionales, deben crecer con el niño: poltrona en tonos neutros que, posteriormente, puede ser parte de la sala y cambiadores que se convierten en cómodas o, incluso, en escritorios.Los muebles se ubican cerca de las paredes para dejar el centro de la habitación como área de circulación y juego.
Los diseñadores de Eki Design consideran que, en esta edad, es vital que en el cuarto exista un espacio para que los padres se acomoden, otro para la socialización del niño y un tercero para el descanso. La selva, las hadas y los carros, dicen, son temas que gustan en la decoración de los cuartos para infantes de esta edad. Espacios poco cargados, con apliques de madera y pinturas combinadas con vinilo adhesivo.Los sistemas de almacenamiento son vitales para la organización del espacio del bebé: un lugar para los pañales, la ropa, los biberones, los elementos de aseo, etc.
Los muebles, dicen Carolina y Camilo, son versátiles y lineales (formas rectas y limpias que no van talladas), de fácil transporte y movimiento (vienen con ruedas), adecuados con bolsillos y diseñados según las necesidades de los pequeños. Las cortinas pueden ser de colores sobrios. María Camila Bernal, diseñadora industrial, le apuesta al concepto cartoon, es decir, caricaturesco, con colores vivos, en el cual el niño se sienta en un mundo distinto y lo apropia para sí mismo. Los muebles: neutrales, prácticos, de larga duración y funcionales. “Creamos ambientes temáticos, para que todo gire en torno a un mismo concepto”, dice.En esta etapa, afirma María Cristina Sáenz, de Filmtex, es clave que la decoración haga juego con colores planos; los personajes que ambienten el espacio pueden ser los mismos para un niño o niña de esta edad, pues dicha tendencia cambiará cuando estos crezcan y muestren sus preferencias. Los accesorios del cuarto, como tapetes y papeleras, deben ser seguros (antirresbalantes), de gran tamaño y manipulables. “Buscamos llevar la magia de los personajes a un cuarto, que debe ser diseñado a prueba de niños“, sostiene.
4 a 8 años
En esta etapa, los niños manifiestan sus gustos y son aún más claros sus rasgos de personalidad, aspecto muy bien aprovechado por los diseñadores para crear entornos en los cuales los infantes desarrollen su sentido de pertenencia. Eki evoca en su decoración a la creatividad, interacción, aventura e independencia, sin descuidar la organización. Lo logra de la siguiente manera: canchas de básquet para guardar la ropa (componentes lúdicos de organización para motivar el orden), muebles con sistemas de iluminación, cajones secretos de fácil manejo y camas con ruedas, entre otros. Tienen en cuenta la personalidad del niño para organizar el espacio (un niño distraído no debe tener el escritorio cerca de la ventana).Rekreo, por su parte, acude a cajones organizadores, repisas y percheros para inducir al niño al orden. De igual manera, habilita una zona de trabajo a su medida, pues el menor empieza a desarrollar su motricidad fina y requiere espacio para cortar, pintar y escribir.
Las camas pueden tener cama nido o cama auxiliar para las visitas de amigos y familiares. Es importante también diseñar espacios que ofrezcan flexibilidad y practicidad, según la diseñadora María Camila. A la hora de decorar debe pensarse en las actividades del niño: cobran importancia el sofá, el escritorio, camas pequeñas, repisas, cajones, camas nido y mucho color.Las propuestas son diversas y para todos los gustos y bolsillos. Sin embargo, todas las tendencias se mueven hacia un mismo punto: evolucionar con el niño y ajustarse a su desarrollo de manera personalizada.
¿Qué está de moda?
• Lencería en tonos alegres y ácidos: verde, naranja, fucsia, turquesa.
• Mobiliario con formas innovadoras, práctico, de fácil transporte y funcional.
• Muros blancos con figuras en colores fuertes, para darles contraste y volumen, o con apliques que resalten.
• Vinilo adhesivo con temas preferidos como: flores, animales, barcos, entre otros.
• Zonas de juegos o actividades integradas en el cuarto.
• Puff de diferentes formas y colores.
• Accesorios funcionales.
• Asesoría de profesionales en decoración infantil, con el fin de encontrar el ambiente indicado para los niños.
Por Andrea Linares G.
Redactora ABC del bebé